miércoles, 3 de diciembre de 2014

DISCRIMINACIÓN RACIAL EN CARTAGENA

Por: Mauricio Javier Mendoza

Para comenzar el tema me gustaría decir que yo escogí este tema porque para mí la discriminación racial es un problema que ha estado presente desde la antigüedad y yo creo que es necesario acabar con esto, sé que es muy difícil pero con este ensayo me gustaría hacerlos recapacitar sobre la discriminación y sobre los horrores que se cometen producto de esto. La discriminación racial  es un concepto que suele identificarse con el de racismo y que lo abarca, aunque se trata de conceptos que no coinciden exactamente. Mientras que el racismo es una ideología basada en la superioridad de unas razas o etnias sobre otras, la discriminación racial es un acto que, aunque suele estar fundado en una ideología racista, no siempre lo está. En este sentido hay que tener en cuenta que la discriminación racial positiva (cuando se establecen discriminaciones con el fin de garantizar la igualdad de las personas afectadas), constituye una forma de discriminación destinada a combatir el racismo.
Muchas veces quienes discriminan lo hacen por el color de la piel. Las personas de color, los aborígenes o nativos, los extranjeros de diferente etnia son el blanco de los ataques. Los afrodescendiente se indígenas son uno de los grupos étnicos más castigados por este problema en Cartagena.
El ser humano muchas veces quiere sentirse superior o simplemente todo lo desconocido o diferente le hace comportarse de manera hostil y cruel. Determinando que algunos de sus semejantes sean inferiores e indignos de un trato de igualdad. Las batallas por el color de piel o la etnia han sido las más crudas y violenta.
Por ejemplo:
En la última década los gobiernos y la sociedad dominante han mantenido inmodificable el histórico principio de supremacía y dominación blanca y mestiza en la administración pública y privada. Hoy por hoy los(as) profesionales afrocolombianos(as) siguen siendo excluidos(as) de los cargos altos e intermedios del Estado. No hay afrocolombianos(as) en cargos importantes de la Presidencia de la República. No hay magistrados(as) afrocolombianos(as) en las altas Cortes del país. No hay ministros(as) ni viceministros(as) afrocolombianos(as). Tampoco hay afrocolombianos(as) embajadores(as); y en las Fuerzas Armadas de Colombia no hay oficiales de alta graduación afrocolombianos(as).
En ese orden de ideas, la historia y los valores de la afrocolombianidad como patrimonio nacional son ignorados en los textos escolares y los currículos, contribuyendo de esta manera a la reproducción de estereotipos racistas contra los(as) afrocolombianos(as). Vale la pena agregar que los programas educativos no han abordado el tema del racismo y la discriminación racial, tal como lo exige la citada Ley General de Educación y el Decreto 122 de 1998, por medio del cual se exige la inclusión de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos en todos los colegios del país.
Muchos rumores y casos de discriminación racial se escuchaban, no sólo en bares, también en restaurantes, hoteles y empresas ubicadas en Cartagena. No fue sino hasta el 2004 cuando las hermanas Johana y Lena Acosta interpusieron una acción de tutela que les fue fallada a favor en segunda instancia por haber sido discriminadas en los bares La Carbonera y QK-Yito, estos dos miembros de la RedAfro lograron ganar la primera tutela por un caso de discriminación racial en Colombia, nuevamente hicimos la denuncia por los medios de comunicación y todo el país confirmaba una vez más que el demonio del racismo estaba vivo entre los colombianos. Las hermanas Acosta con el apoyo de la RedAfro pidieron revisión de la tutela ante la Corte Constitucional dando como resultado la primera sentencia de la Corte ratificando la violación del derecho a la igualdad, condenando en abstracto a los discriminadores, obligándolos a tomar un curso de derechos humanos e invitando al congreso a diseñar una ley que permita sancionar penal y civilmente a las personas que discriminen, especialmente por motivo de raza. A pesar de lo anterior, los casos de discriminación se siguen dando quedando en la impunidad ya que no hay leyes que impongan un castigo severo por dicha práctica.
Pero para incrementar la situación las nuevas generaciones siguen siendo “educadas”, a pesar de las leyes, bajo un sistema que excluye, invisibilidad, discrimina y prepara para el auto rechazo y la subvaloración. Existen numerosos casos de niños(as) que han sido víctimas de discriminación racial en sus escuelas y colegios. Sus propios(as) compañeros(as) e incluso los maestros los(as) insultan verbalmente, lo cual genera fuertes problemas de autoestima.
Los medios de comunicación se han convertido en los principales difusores del racismo y la discriminación racial en Cartagena y además comento que desde mi disciplina voy a luchar incansablemente por esta situación ponerla en vía de extinción porque todos son iguales y capaces de construir una sociedad justa y equitativa.


www.cartagenacomovamos.gov.co, tomado el 26 de noviembre de 2014.

3 comentarios:

  1. Parece Contradictoria la situación que plantea el compañero Mauricio, pero es cierto y no entiendo como siendo Cartagena prácticamente el origen de de los afrodescendientes en Colombia, además de que el 90% de sus habitantes son afrodescendientes, se den este tipo de situaciones y prácticas discriminatorias, este tema me rae a la memoria el caso de una renombrada discoteca que se halla en pleno centro de la ciudad "Mister Babilla", a la cual demandaron unas chicas negras, porque se les negó la entrada por ser de "color" y es que hay otro detallito que he venido analizando desde hace mucho tiempo y es que no hay una persona más racista que el propio negro, eso se evidencia en nuestro entorno acda moamento, en las discusiones, en los chistes, etc.

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    1. Andrea Margarita Torres6 de diciembre de 2014, 19:16

      La discriminación racial es un fenómeno social milenario y siendo lo más afectado las negritudes o los indígenas si los comparamos con las personas de raza blanca. En este sentido, en el caso de Cartagena en cuya jurisdicción según Pérez y Salazar (2009), en esa ciudad un 19,2% se reconoce como negras.
      Sin embargo, en la ciudad mundial nacional y local se hable de cero racismo muchas personas del común e incluso connotados académico, políticos, empresario y colectivos humanos, mantiene y manifiesta conducta de discriminación racial tanto a nivel constitucional, como la cotidianidad de las persona.
      Lo anterior requiere un análisis al menos en dos dimensiones como lo plantea Fonseca (2011) connotada intelectual que ha escrito muchos libros y artículo sobre cómo se perciben valoradas y como se auto valoran las personas negras en Cartagena de indias, en efecto uno de sus artículo citando a Essed (1991) argumenta que el racismo es una estructura inserta en el sistema social y que también está integrada a prácticas corrientes y rutinarias, donde ambas dimensiones propician inequidades a partir de factores biológicos y culturales en la manera en que una raza percibe a otra.
      No obstante esta visión no sea compartida con todo el mundo ciertamente preocupa que en esa ciudad, en Colombia y en mundo ser sigan dando solo por apariencia física que se traducen en forma de margenización, sometimiento problematización en la medida que lo cita el compañero cuando cita algunos caso de algunas instituciones privadas o publica no existe presentatividad, en la diplomacia Colombia, en la fuerzas armadas entre otros, por el solo hecho de su raza pues aun teniendo la formación profesionales y lleno de requisitos pareciera que por solo ser negro es descalificado, así mismo en otros ámbitos se suele asociar a las personas negras como criminales. Así mismo se han etnizado labores haciendo pensar que por ejemplo un negro no pude ser el doctor que s eve en la calle o en la televisión, igualmente son más propensos a la intimidación en colegios, bares, en playa por su piel negra.
      Por otro lado, a diferencia de los anteriores hay otro grupo de personas que no ve casos de racismo en la ciudad de Cartagena y que considera que este no existe y que es sútil, es cedir que hace parte d ela cultura pero que no busca discriminar, sino más bien “colcarle sabor”, divertirse a costa de los “negritos” a quien llama así, según ellos por cariño. Esto no sería tan malo.

      Refrencias
      Pérez, G. y Salazar, I. (2009). La pobreza en Cartagena: un análisis por barrios. En: Documentos de trabajo sobre economía regional. Nº 24. Cartagena: Banco de la República.
      Essed, PH. (1991). Understanding everyday racism. An interdisciplinary theory. Newbury Park: Sage Publications.
      Fonseca, Clara (2011). Discriminación Racial En Cartagena De Indias. Disponible internet https://www.google.com.co/?gfe_rd=cr&ei=6CqDVJCZH4La8geW

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  2. Cordial Saludo, compañero, con respecto a tu aporte opino que es un tema de gran importancia, se que te refieres a la discriminación de la raza negra en cartagena, solo quiero decir que lamentablemente no solo es ahí que se sufre de esto, si no en todos lados , con todos los grupos etnicos, sean indígenas, afro descendientes, rom, incluso hasta con las personas que no pertenecemos a un grupo indígena pero que nos gustaría ser parte de ellos para aportarle un poquito de ayuda, en el rescate de su identidad, o en la elaboración y desarrollo de sus proyectos de vida, No pertenezco a ningún grupo étnico, soy blanca, y he tenido muchas experiencias en las que no me han permitido desarrollar mis actividades de curso,por que ellos ya se sienten amenazados por cualquier persona que no conozcan o que sea diferente a ellos, ya que los han engañado muchas veces, personas sin escrúpulos, que abusan de la confianza que les dan.
    creo que hay muchos planes que el gobierno o los que manejan las leyes en los municipios y en el país, las han ofrecido, el problema esta en que no se esta cumpliendo como se quiere, solo esta plasmado en un papel, así que empecemos por realizar nuestras propias propuestas dentro de este curso y esperemos a que podamos cumplirlas y trabajarlas con los grupos etnicos,propuestas que sean concretas y muy beneficiosas para ellos y para nosotros mismos como etnoeducadores.

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