lunes, 8 de diciembre de 2014

PROPUESTAS


Por Mauricio Mendoza

La superación de esta compleja problemática de la población afrocolombiana requiere de la intervención especial y prolongada del gobierno nacional, en estrecha coordinación con los gobiernos departamentales y nacionales, asignando recursos suficientes y condiciones institucionales apropiadas para la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo de la Población Afrocolombiana, que en cumplimiento de la Ley 70/93, cada gobierno debe implementar dentro del Plan de Desarrollo y el Plan de Inversión Nacionales. En el Departamento Nacional de Planeación DNP debe crearse una unidad especial de planeación y seguimiento a la implementación y ejecución del plan afrocolombiano.
El gobierno nacional debe elevar a política pública la lucha contra la exclusión racial de las personas negras en el mercado laboral público y privado. Es urgente la concertación e implementación de un Programa Nacional para la igualdad racial en las Oportunidades de Empleo, que establezca medidas de acción afirmativa o diferenciación positiva, a favor de las personas negras competentes y estímulos fiscales y en la contratación estatal a favor de los empleadores cooperantes.
Pero también las personas afros deben asumir sus propias responsabilidades étnicas y sociales. En los municipios los partidos políticos, las organizaciones sociales y las alcaldías, deben concertar y determinar los proyectos de vida que desean para el presente y futuro de la niñez y la juventud afrocolombiana, estos proyectos deben contener y desarrollar los valores de la identidad afrocolombiana, y reflejarlos en los planes de desarrollo. Nadie podrá ejecutar acciones de progreso étnico-social de las comunidades afros si ellas mismas, a través de sus líderes y organizaciones sociales, educativas y políticas, no lo quieren hacer para sí mismas.


Por Adriana Naspucil

Propuesta para una interacción social más integral entre diferentes culturas, como los grupos étnicos y el tipo de mestizos o caucásicos.
En Colombia hay gran variedad de mestizaje y gente de color blanca, al igual personas procedentes de grupos étnicos, como indígenas, afro descendientes, Rom etc. Los grupos indígenas viven en sus territorios ubicados en lugares cubiertos por la naturaleza , la ganadería, agricultura, respetan mucho sus leyes, costumbres, y disfrutan de sus aprendizajes, y luchan por que otras personas valoren, respeten y no violen sus derechos; las personas mestizas o caucásicas, me refiero a las personas de raza blanca, viven generalmente en las ciudades, lo urbano, en donde es regida por otras costumbres, y están en plena evolución acerca de nuevas tecnologías, nuevas formas de vida, más desarrollo social, etc..
Estas diferentes culturas van siendo adquiridas por los niños que están en pleno desarrollo, y se van trasmitiendo de generación en generación, esto significa o por lo que he aprendido y conocido durante mi vida, ha sido que en el colegio nunca nos enseñaban acerca de los grupos étnicos que existen en nuestro país, la importancia de ellos, su cultura y sus tradiciones, lo único que nos informaban era acerca de los chibchas, muiscas, y Cristóbal colon, ahora que estoy en este proceso  de aprendizaje en mi carrera, me doy cuenta de la necesidad que existe en conocer de dónde venimos, que tiene nuestro país, como es nuestra cultura y la de los demás, lo importante que es aprender de otras personas, de otras culturas.
Y lo mismo pasa con las culturas étnicas, que van en busca de nuevos aprendizajes, sin dejar a un lado de donde provienen.

He pensado como propuesta, que se cambie el currículo educativo, para a la asignatura de c. sociales, en la cual permita, desarrollar nuevos temas acerca delos grupos étnicos de Colombia, para que se pueda trabajar con los estudiantes desde pequeños, en donde según el tema se pueda investigar, buscar experiencias, crear buenas metodologías con la utilización de nuevos recursos, para un buen aprendizaje. Así se buscaría enfocar estos temas a estudiantes que desconocen el tema, como también en el momento en el que llegue a una institución educativa, algún niño integrante de cualquier grupo étnico, sea muy bien recibido, y los docentes estén preparados para la enseñanza que se le va a brindar.
Todos somos iguales, y merecemos respeto, aprendemos de ellos y brindamos nuestro aprendizaje, compartimos nuevos conocimientos uno al otro, y así entendemos cual es la situación actual de estos grupos, y como debemos manejarlo, sería mucho más sencillo socializar y dejar a un lado la discriminación, el racismo, el rechazo. De la misma forma el rechazo e inseguridad que nos dan ellos a nosotros, personas que no pertenecemos a ningún grupo étnico, pero que queremos aprender más de su forma de vida.

Bibliografía

colombiaylaindependencia.blogspot


Por Angélica María Gavalo 

Propuesta: Angélica Gavalo
Planes de Vida de los Pueblos Indígenas de Antioquia
Una perspectiva étnica y zonal vista desde la Política Organizativa
Durante los últimos decenios las organizaciones y comunidades indígenas se han venido integrando en la lógica de la planeación del desarrollo nacional o regional, como fórmula para asegurar el acceso a los recursos o a los escenarios y estructuras de participación generadas desde el Estado. En este escenario y en la función asignada a los Planes de Desarrollo se llega a que las organizaciones y líderes de comunidades indígenas locales comiencen a incorporar este lenguaje, y a abordar la planeación como instrumento, y de allí a convertirla en razón de ser de la gestión de procesos comunitarios, que se cristalizan en planes de inversión, dejando de lado lo étnico como lugar privilegiado de reconstrucción de proyectos propios de vida y dejando de asumir la gestión de los asuntos y problemas comunitarios como un proceso complejo de reflexión y aprendizaje continuos y al ritmo de los sujetos del Plan.
De otro lado, la organización indígena regional y los Cabildos Indígenas Mayores y Menores se ven interpelados continuamente por las exigencias de los entes territoriales municipales y departamental que siguen avanzando en los Planes de Desarrollo, así como en los Planes de Ordenamiento Territorial, los que la mayoría de las veces desconocen la existencia y participación de los territorios indígenas y de sus propios gobiernos como entes territoriales reconocidos por la Constitución Nacional y las leyes.
Para la Organización Indígena de Antioquia, OIA, si bien han sido importantes los esfuerzos de planeación que se han emprendido en etapas anteriores, tales como la elaboración del Plan de Etnodesarrollo para las comunidades indígenas de Antioquia en el año 1.992, estos ejercicios de planeación han logrado la elaboración de proyectos con el fin de acceder a recursos y han promovido liderazgos, más en función de las demandas externas que de la construcción de un proyecto propio. Es por ello que para las comunidades y la organización regional indígena, resulta prioritario el avanzar en la adopción de Planes de Vida como búsqueda por decantar un modelo de desarrollo que se alimente en las diferencias locales, en los rasgos característicos de las culturas y que ante todo potencie la capacidad de orientar las dinámicas desde la comunidad. Es necesario fundar una noción de proceso en oposición a los métodos instrumentales de planeación. Esto significa que la planeación no es el acto formal de hacer explícita una problemática, y en consecuencia la identificación de una serie de proyectos para resolverla, sino que se debe entender el Plan como una reflexión colectiva, permanente, un proceso de aprendizaje continuo para profundizar en la valoración del contexto donde actúa la comunidad, y en consecuencia, los proyectos son apenas el laboratorio donde se experimentan las alternativas de desarrollo.
Una perspectiva étnica y zonal vista desde la Política Organizativa
La apuesta por los planes de vida.
Los indígenas de la región asociados en la Organización Indígena de Antioquia -OIA-, desde hace cerca de 16 años, han transitado por diversas experiencias en su proceso de desarrollo: En sus inicios conjuntamente con el movimiento indígena nacional exigían la devolución de sus tierras ancestrales y el reconocimiento de sus culturas en los programas de desarrollo; luego avanzaron a proponer proyectos y planes de desarrollo con el propósito de mejorar y racionalizar la propia acción del estado.
Es el caso de la propia OIA que formuló el Plan de Etnodesarrollo Indígena de Antioquia para orientar el desarrollo de las comunidades nativas y para concertar con las instituciones del Estado y las ONGs; al respecto se pueden presentar en la actualidad importantes logros en la compra de tierras y titulación de resguardos, en salud, educación y desarrollo institucional de las organizaciones locales comunitarias. Pero hoy en día el conflicto armado está arrebatando muchos de los logros indígenas de las últimas décadas, no sólo dificultando la continuidad de programas como educación y salud, sino también impidiendo el ejercicio de las autoridades indígenas y matando a muchos de sus dirigentes.
Como las posibilidades del desarrollo indígena están muy relacionadas con la solución del conflicto armado, la OIA viene impulsando el respeto de la autonomía de las comunidades frente a los actores armados y la solución política negociada del conflicto. Enfoque de la política y los planes de vida. La idea y propuesta de Planes de Vida, tiene como consideración central mantener la búsqueda y construcción de alternativas de desarrollo que mejoren la calidad de vida de los Pueblos Indígenas en el marco de su identidad cultural. Esto significa valorar los logros conseguidos por el movimiento indígena regional en 20 años de lucha y trabajo.
EL Plan de Vida como una idea o concepto orientador del desarrollo indígena
El plan de vida como una idea o concepto orientador del desarrollo indigena
  EL Plan de Vida como una idea o concepto orientador del desarrollo indígena, forma parte de muy diversas búsquedas en la misma dirección de diferentes movimientos sociales, de entidades del Estado, de instituciones de cooperación al desarrollo y de diversas corrientes teóricas del desarrollo entre otras.
El enfoque del Plan, a pesar de las reflexiones que el mismo Plan plantea, se basa principalmente en las visiones y postulados de la teoría del Desarrollo a Escala Humana -DEH- en el entendido que contribuyen a clarificar un ideario de Planes de Vida sin que sustituya la reflexión permanente sobre un modelo propio de desarrollo y planeación.
El Plan de Vida es un proceso que persigue que las propias comunidades tiendan a pensarse, planear y a decidir sobre el mayor número de asuntos de su vida diaria y a largo plazo, sobre sus relaciones con el medio regional donde habitan y conviven con las diferentes tensiones y con las lógicas económicas de mercado.
Esta mirada rebasa la idea del Plan de Vida como instrumento metodológico, y la hace la acción misma de la resistencia y del ejercicio de la autonomía, entendiendo que desde la lucha por la singularidad se hace expreso el deseo y la opción a ser diferente. Su búsqueda está más cercana a construcciones colectivas, integradoras, democratizantes que generen y enriquezcan alternativas distintas al desarrollo, por eso no busca transformar la realidad para alcanzar un estado ideal que responda a necesidades externas, busca encontrarse para entenderse, fortalecerse y permanecer como comunidad, como Pueblos Ancestrales (Galeano y OIA 2007).
Bibliografía
Galeano y OIA. (2007). Grupo Semilla. Conservación y Uso Sostenible de la biodiversidad, derechos colectivos y soberanía alimentaria. Revista N° 32/33


Por Andrea Margarita Torres

MAS ALLA DE TU PIEL


DESCRIPCION Y FORMULACION DEL PROBLEMA

DESCRIPCION DEL PROBLEMA

Aunque en Colombia se reconozca la diversidad étnica y cultural, en muchas municipalidades, aun persiste discriminación, entendida esta como la distinción, exclusión restricción y o preferencia por muchos motivos, en algunos casos relacionado con el origen afro-descendiente, y aunque las personas que discriminan sean una minoría logran marcar o estigmatizar especialmente entre los jóvenes a aquellas personas de color. Sin embargo, existe una gran mayoría entre la gente del común y profesionales en formación que consideran conveniente el desarrollo de estrategias de proyectos pedagógicos y educativos para que en el entorno se cohesione el tejido social y todos seamos reconocidos por igual dada la condición de seres humanos.

Específicamente como estudiante Unadista de etnoeducación y plenamente identificada con la comunidad afro-descendiente mediante la intervención se buscara la participación de todos los jóvenes del municipio de Chinú para construir una nueva sociedad donde no exista espacio para la discriminación, resultados que se lograran a partir de espacios de convivencia y respeto a través del proyecto integrador que hemos denominado “mas allá de tu piel”.

Formulación del Problema

¿COMO EL DESARROLLO DEL PROYECTO “MAS ALLA DE TU PIEL” MEJORARA LOS ESPACIOS DE CONVIVENCIA, RECONOCIMIENTO Y RESPETO POR LA COMUNIDAD AFRODESCENDIENTE DEL MUNICIPIO DE CHINU?

JUSTIFICACION

Históricamente, se destaca en la población afrodescendiente expresiones de riqueza cultural de imaginación y creatividad que frente a la discriminación y situaciones adversas les permitió su supervivencia como comunidad que hoy se reconoce en la constitución y en la ley de negritudes para que en estos grupos se propicien la reafirmación de sus derechos la inclusión y desarrollo humano. Por ello en el municipio de Chinú se ha constituido la Asociación Afrodescendiente AFROCHINU la cual agrupa personas de origen afrodescendiente y otras que se identifican o se sienten como tales. Particularmente como estudiante unadista del programa de licenciatura en etnoeducación, me asiste el compromiso social y comunitario de orientar un proyecto que ciertamente fortalezca la identidad, la valoración de la diversidad y la diferencia de las raíces afrodescendientes de la comunidad en el municipio de Chinú, Córdoba


OBJETIVOS

General

Apoyar y acompañar a la comunidad afrocolombiana del municipio de Chinú Córdoba mediante un programa para que se mejoren las condiciones de convivencia, reconocimiento y respeto de las negritudes

Específicos

Desarrollar un siglo de talleres, debates y reflexiones para mejoramiento y soporte de la vida comunitaria afrodescendiente del municipio de Chinú, Córdoba

Fortalecer el tejido social a partir de la igualdad inclusión y participación de los asociados a la Organización Afrodescendiente Local AFROCHINU

Coordinar esfuerzos institucionales para promover el bienestar de la población afrocolombiana





MARCO REFERENCIAL

MARCO TEÓRICO

Según el PUND, en su artículo Políticas públicas para el avance de la población afrocolombiana: revisión y análisis, en Colombia tuvo lugar un claro avance en materia de la afirmación de los derechos de los afrodescendientes y de la validación de su contribución a la conformación de la nación, el cual se refleja en un desarrollo legislativo revelador y en un volumen significativo de programas diseñados para promover el desarrollo humano de la población afrodescendiente. Sin embargo, como lo señaló la experta independiente de las Naciones Unidas sobre cuestiones de las minorías, “mientras que las medidas constitucionales y legislativas son dignas de reconocimiento […] la aplicación de la legislación colombiana en las comunidades afrocolombianas sigue siendo lamentablemente inadecuada, limitada y esporádica” y, a pesar del sin- número de iniciativas de política y de las propuestas existentes para mejorar el bienestar de esta población, “los resultados no están a la altura de las expectativas y de las necesidades de los afrocolombianos” (McDougall, 2010). De hecho, uno de los fundamentos que dieron origen al trabajo de la Comisión Intersectorialfue el haber observado que, a pesar de la copiosa legislación y de las políticas existentes para favorecer a la población afrocolombiana, se mantenían las brechas con respecto a la población nacional, evidencia clara de que “los esfuerzos no han sido suficientes y que es necesario dar una reorientación a las políticas públicas” (Ministerio del Interior y de Justicia, 2009).

Para Viáfara López (2007) la implementación de los programas planteados en los documentos CONPES produjo tan sólo efectos minúsculos sobre la calidad de vida de los habitantes de la Región Pacífica, ya sea porque las inversiones realizadas han sido insuficientes para romper el círculo vicioso de la pobreza, ya sea por ineficiencia e ineficacia en la implementación de las políticas. La Asociación Nacionalde Alcaldes de Municipios con Población Afrodescendiente (AMUNAFRO) se expresó también en ese sentido al señalar que, “cada vez que la comunidad negra o afrocolombiana reclama políticas públicas que permitan su desarrollo, el Gobierno Nacional responde con un documento CONPES. Ninguno de estos documentos puede mostrar resultados concretos que beneficien a la mayoría de la población con excepción de unos pocos casos y algunos avances en materia de titulación de tierras colectivas y educación, se han Quedado en la etapa de formulación pero sin ejecución efectiva” (citado por Mosquera, 2009). Como lo ha señalado la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (AFRODES), la distancia entre lo estipulado por las normas, la implementación de las políticas públicas diseñadas y los resultados efectivos de las mismas, “en el caso de los derechos de la población afrocolombiana, […] registra una magnitud incomprensible e inaceptable [que] requiere que se profundicen los análisis de dimensiones y variables a las que tal vez no se ha prestado la atención adecuada” (AFRODES, 2010b:4).

MARCO LEGAL

Según el PUND, en su artículo Políticas públicas para el avance de la población afrocolombiana: revisión y análisis, la historia de la jurisprudencia a favor de la población afrocolombiana se inició en la era republicana con la Ley de Libertad de Vientres (Ley 21 de 1821), a la que siguieron el Decreto 28, de junio de 1827, que creó la Dirección de Manumisión y otras disposiciones10 que allanaron el camino hacia la promulgación de la Ley 21 de 1851, la cual determinó la abolición de la esclavitud. A pesar de que Colombia es reconocida como “país de leyes”, lo que siguió luego fue un interregno de 140 años de silencio legislativo durante los cuales la población afrodescendiente permaneció ignorada e invisibilizada en lo referente a sus derechos y a su presencia como sujeto social en el territorio nacional.

Así mismo, según La Constitución política de 1991, elaborada por una Asamblea Constituyente en la que participaron, entre otros, activistas e intelectuales de organizaciones afrocolombianas con propuestas concretas, rompió ese intervalo de mutismo y abrió las puertas a una legislación abundante orientada a ampliar los derechos étnicos y territoriales, afirmar la identidad y promover acciones para mejorar las condiciones de vida de los afrodescendientes. Esta nueva Constitución11 fue proclamada por la necesidad de ajustar la Carta política a las nuevas realidades sociales y políticas del país, a su diversidad cultural y étnica, a las reivindicaciones de los movimientos sociales e inclusive a las demandas de la insurgencia. Asimismo, su promulgación respondió especialmente a la necesidad de amoldar la arquitectura del Estado a los preceptos del Estado Social de Derecho A su vez, en la filosofía de la Constitución política de 1991, que pone el acento en los derechos y resalta aquellos de las minorías étnicas, también influyó la adopción que el país venía realizando desde tiempo atrás de diversos trata- dos y declaraciones internacionales12 en los cuales se estipulaban medidas para proteger a las minorías étnicas y raciales sobre la base de los principios de la igualdad, la equidad y la no discriminación (Sánchez y García, 2006).

La Constitución política de 1991 fundamentó el desarrollo de una relación cualitativamente diferente entre el Estado y la población afrocolombiana al reconocer y asegurar la protección de la diversidad étnica y cultural (artículo 7), obligar al Estado a proteger las riquezas culturales y naturales (artículo 8) y determinar que “todas las personas nacen libres e iguales ante la ley y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica” (artículo 13). Además, la nueva Carta política abrió las puertas para un desarrollo legislativo importante a favor de los afrodescendientes al reconocer los derechos colectivos de esta población en los territorios de ocupación ancestral (artículo transitorio 55)15, determinar que “las tierras comunales de grupos étnicos son inalienables, imprescriptibles e inembargables” (artículo 63), afirmar el derecho de los grupos étnicos a una educación que respete y desarrolle su identidad cultural (artículo 67), y anunciar la promulgación de una ley para establecer una circunscripción especial a fin de asegurar la participación de los grupos étnicos en la Cámara de Representantes (artículo 176)16 (República de Colombia, 1991).

Según el PUND, en su artículo Políticas públicas para el avance de la población afrocolombiana: revisión y análisis , con la Ley 70 de 1993, conocida como la “ley de negritudes”, se les reconocieron a las comunidades afrodescendientes sus derechos de propiedad colectiva sobre las tierras baldías de ocupación ancestral en las zonas ribereñas de los ríos de la Cuenca del Pacífico. Además se establecieron mecanismos generales para proteger su identidad cultural y sus derechos económicos, sociales y culturales (DESC) y para fomentar su desarrollo económico y social. En esta ley se reconocieron como principios los derechos a la igualdad y a la participación de las comunidades afrodescendientes y sus organizaciones en las decisiones que pudieren afectarlas, un reconocimiento que se ve reflejado en varias de las disposiciones dictadas posteriormente.

Además de las leyes y los decretos mencionados, la Corte Constitucionalestableció con mayor precisión la jurisprudencia a favor de la población afrocolombiana. La Sentencia C-422 de 1996, por ejemplo, se centró en la discriminación positiva para instaurar la equidad social sobre la base del “reconocimiento de la situación de marginación social de la que ha sido objeto la población negra” y la Sentencia SU-039de 1997 puntualizó las condiciones de diálogo y de información que deben orientar los procesos de consulta resultantes de la aplicación del Convenio 169 de la OIT.

Varias sentencias de la Corte se ocupan del tema de la participación de las comunidades afrodescendientes en los procesos de toma de decisiones. La Sentencia C-891 de 2002, entre otras, estableció que, en lo concerniente a los proyectos de ley de iniciativa gubernamental, deben brindarse a las comunidades “las debidas oportunidades para que ellas no sólo conozcan a fondo el proyecto sino, sobre todo, para que puedan participar activamente e intervenir en su modificación, si es preciso”. En relación con los procedimientos para la consulta previa, la Sentencia C-208 de 2007 señaló que estos “no podrán responder a un modelo único” y que deberán “garantizar los usos y costumbres”. Por su parte, en la Sentencia C-030 de 2008 se destacó el compromiso del Estado con el desarrollo de medios que les permitan a las comunidades participar efectivamente en la consulta previa, así como la obligación de “no hacer efectivas medidas que no hayan sido previa y debidamente consultadas”.

Asimismo varias providencias de la Corteestán dirigidas a proteger los derechos de la población afrocolombiana en situación de desplazamiento. Como ejemplo puede mencionarse el Auto 005 de 2009 en virtud del cual se dictan procedimientos para diseñar y poner en marcha un plan específico de protección de esta población, el cual deberá elaborarse con la participación

28 efectiva de las comunidades afrodescendientes y en el marco del pleno respeto por sus autoridades con el fin de adoptar medidas en este sentido

METODOLOGÍA

La metodología es de acción participación y de intervención pues se trata de comprometer a la población objeto para que trabaje en el fortalecimiento de las condiciones de convivencia, reconocimiento y respeto de sus valores ancestrales para que a través de la Asociación Afrodescendiente del municipio de Chinú AFROCHINU replanteen sus proyectos de vidas personales y comunitarios y se comprometan a trabajar por los ideales afrodescendientes


Referencias bibliográficas

McDougall, Gay. 2010. “Declaración de la Experta independiente de las Naciones Unidas

sobre cuestiones de las minorías, Sra. Gay McDougall. Conclusiones preliminares de su

visita oficial a Colombia”. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. 12 de

febrero. Bogotá.

Mosquera Rosero-Labbé, Claudia, Ruby Esther León Díaz y Margarita María Rodríguez

Morales. 2009. Escenarios post-Durban para pueblos y personas negras, afrocolombianas,

raizales y palenqueras. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias

Humanas.

PUND (2010), Políticas públicas para el avance de la población afrocolombiana: revisión y análisis. http://www.afrodescendientes-undp.org/FCKeditor_files/File/PP_AVANCE_POB_AFROCOLOMBIANA.pdf

Sánchez, Enrique y Paola García. 2006. “Los afrocolombianos”. En: Josefina Stubbs y

Hiska N. Reyes (eds.). Más allá de los promedios: afrodescendientes en América Latina.



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